viernes, 22 de octubre de 2010

Taj

Como precisamente no tengo hordas de lectores siguiendo mis post, me permito escribir hoy sobre un lugar donde me gusta ir a comer habitualmente, sin el peligro de que sufra el "efecto Zahara de los Atunes", esto es, que todo el mundo comente públicamente que es un lugar tranquilo, sin masificar, haciendo que tal municipio tenga ahora más éxito que el Alcampo un sábado por la mañana (este tipo de contradicciones me hacen mucha gracia: desvelo un lugar tranquilo para que lo deje de ser; así es la gente fashion).

De esta forma, al lector que le apetezca comer en un indio relativamente tranquilo queda aquí mi recomendación sin riesgos de avalancha de comensales.

El terreno de juego.

Cerca del Congreso y el museo Thyssen se encuentra este restaurante de comida india, del que soy auténtico seguidor desde hace algún tiempo. La oferta gastronómica que ofrece se centra fundamentalmente en la cocina del norte de la India, con el horno Tandoor como eje; dicho horno tiene forma cilíndrica y usa carbón vegetal como combustible. La carta, que puede consultarse en su página web (no olvidemos que son restauradores, no diseñadores web) es muy variada y despierta la imaginación de cualquier persona de buen apetito. Los platos pueden pedirse sin picante o con picante (es muy fuerte, eso sí). El servicio es rápido, educado e integrado en el negocio, del que ya podrían aprender infinidad de establecimientos autóctonos en nuestro país, donde la atención al cliente se ha tirado por los suelos con temporalidades y falta de oficio.

Pero lo que me gustaría destacar es la existencia de un menú del día a un precio correctísimo (en torno a los 11€) para estar situado en el centro de Madrid y cerca de auténticas arterias turísticas; en dicho menú, distinto cada día de la semana, podemos degustar un resumen de la carta. Especial mención a las pakoras (verduras en harina de garbanzos) que ofrecen como entrante viernes y martes y el pollo sashi korma, cocinado con yogur, almendras y salsa dulce que entra en el menú de los jueves. La comida viene acompañada con fuente de arroz y pan preparado en el horno que es casi un plato en sí. El postre, con una concepción diferente a la que tenemos en España, es de formato pequeño, casi de "nueva cocina", un pequeño aperitivo para finalizar. Destacaría el arroz con leche, y me pregunto si dicho postre, tan tradicional en nuestro país, no iniciaría su recorrido desde la India hasta la península ibérica durante el dominio musulmán en épocas pasadas.

El restaurante Taj se encuentra en la Calle Marqués de Cubas nº 6 y tiene un hermano gemelo en la calle de la Cruz nº 13.

4 comentarios:

  1. Restaurante rico rico como pocos, y a buen precio! cosa complicada si te sales de la típica Taberna de Paco.
    Recomendable para tus hordas de seguidores.

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  2. Pero ¿es distinto a los de mi barrio? Es que me da la impresión de que no más es un restaurante indio "fuera de Lavapiés", che bolú.


    OLI I7O

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  3. Es ambrosía para el paladar... La puerta del cielo gastronómico indio...

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  4. Solo hacer una matización... la comida picante no pica casi, lo que pasa es que tu tienes un paladar muy delicado... eso si, la comida muy rica

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