domingo, 28 de noviembre de 2010

Violencia y entretenimiento. +18

Sé donde vives...

Hoy escribiré sobre un tema que, por suerte y de momento, no ocupa un lugar preeminente en debates y noticias de los medios de comunicación, salvo momentos puntuales. Quiero tratar brevemente el tema de la violencia en el cine, los videojuegos y demás medios de entretenimiento.

Para comenzar, quería recomendar un libro que leí hace poco y me resultó muy interesante en líneas generales. Su título es Juegos Mortales, (editorial Espasa-Calpe) del crítico de cine Jesús Palacios, donde a modo de ensayo el autor critica los intentos (lamentables en ocasiones) de relacionar violencia ficticia con la real que vemos en los informativos.

Mi opinión sobre la violencia en la industria del entretenimiento es clara: A favor y sin censura. Y no me baso en estudios ni opiniones de expertos para establecer mi argumentación, sino en la propia experiencia. Tanto mis amigos como yo nos criamos en una época (los 80 y 90) donde teníamos acceso ilimitado y sin restricción social o paterna a todo tipo de cine de acción y videojuegos, donde lo más pacífico era arrancarle la cabeza a un enemigo a disparos; y hemos salido muy bien parados, como ciudadanos más o menos normales y pacíficos (casi zen). Me parece bastante ridículo pensar que por jugar a un título de consola determinado o ver un determinado filme, se produzca una especie de "activación" mágica por la cual desees salir a la calle a emular lo que has visto. Las personas no somos autómatas, y sabemos identificar lo que es mentira, lo que al final es espectáculo circense, tanto de adultos como a una edad temprana.

En un ámbito más científico, no existe ningún estudio concluyente al respecto sobre la influencia de la violencia "de entretenimiento" en comportamientos violentos reales, No obstante, hay una corriente de opinión en la sociedad que no duda en relacionar ambos elementos. En esto, como en otros fenómenos como la pornografía, suelen compartir una misma posición crítica sectores conservadores y colectivos progresistas. Mi opinión es que si existe algún tipo de influencia en un crimen concreto, o en comportamientos como la violencia en las aulas que ahora está de actualidad, es una influencia estética: ir vestido de tal o cual manera, decir ésta o aquella frase, etc. Pero la causa real y profunda de dicha conducta, como casi todos sabemos, hay que buscarla en el núcleo familiar, en los círculos de amigos, y en la existencia de problemas de fondo de otra índole, como podrían ser violencia en el hogar, alcoholismo y demás situaciones desagradables.

En cada década de la sociedad posterior a la Segunda Guerra Mundial ha habido una industria del entretenimiento que ha sufrido el descrédito y la acusación de incitar a malos comportamientos a la juventud. Primero fueron los cómics en los 50; posteriormente la música y la televisión en los 60 y los 70; y a partir de los 80 los videojuegos y los juegos de rol. Han servido de chivos expiatorios por su fácil identificación y como intento de buscar una causa externa a los problemas que, como he dicho en el párrafo anterior, en muchas ocasiones están dentro del hogar. Por suerte, todas estas industrias a día de hoy son grandes negocios que generan millones en beneficios, y con el respaldo económico vienen la consideración y el respeto.

Curiosamente, el tratamiento informativo de las noticias sobre conflictos bélicos, atentados terroristas y acciones criminales, en ocasiones con escenas bastante explícitas, suelen estar libres de toda sospecha, y eso que muchas veces la gente desayuna y come con tales imágenes. Está visto (nunca mejor dicho) que se considera más peligroso una imagen ficticia que una real.

Todo esto me lleva a pensar que quizá lo que realmente se critica y rechaza inconscientemente es el noble arte de no hacer nada, de entretenerse jugando a la consola o viendo la tele, de estar sin producir algo palpable que tenga una consecuencia práctica. En definitiva de hacer algo eminentemente individual o en petit comité que poco tiene que ver con nuestra tradición social de la fiesta y el evento colectivo.

martes, 2 de noviembre de 2010

Hotel Dusk | Last Window

La última consola portátil de Nintendo, además de ser la delicia de aquellos jugadores "casuales" que gustan de entretenerse de vez en cuando (como su hermana mayor, Nintendo Wii, ambas son consolas para los que no juegan a la consola), ha resultado ser un dispositivo ideal para las aventuras gráficas, género tradicionalmente "atrapado" en el PC.

En este post quería hablaros precisamente de dos juegos que sacan el máximo partido de las capacidades de dicha consola en este género. Son Hotel Dusk y su continuación, Last Window, de la empresa Cing (tristemente se declaró en bancarrota y cerró este año).

Recuerdo que el lanzamiento de Hotel Dusk en 2007 vino acompañado de un amplio despliegue publicitario que incluyó spots de televisión, en los que se usaba el mismo e increible tono de mensaje que en el resto de anuncios de Nintendo DS, es decir, como si fuera dirigido a tontos, casi institucional, de Ministerio de Educación, donde un modelo/prescriptor mostraba cómo se jugaba a la consola y al juego. Además de esto, se publicitaba como "novela interactiva", etiquetándolo en una categoría más comercial y "casual".

El split screen nos permite ver lo que está leyendo el joven.

Hotel Dusk es una aventura donde manejamos a Kyle Hyde, un ex-policia que trabaja para Red Crown, una empresa que bajo la tapadera de venta a domicilio, se dedica a recuperar objetos perdidos. En un encargo, Kyle da con sus pasos en el Hotel Dusk, un decadente establecimiento donde se verá envuelto en un gran misterio. Para resolverlo, deberá dar con la solución de puzzles, utilizar objetos en determinados sitios y entablar muchas, muchísimas conversaciones con los inquilinos del lugar, donde irá descubriendo pistas que le llevarán a la resolución del caso.

El interfaz del juego aprovecha la pantalla doble de la consola y su capacidad táctil, para ofrecernos un manejo y resolución de puzzles totalmente novedoso e intuitivo, utilizando como recurso narrativo y de manejo el split screen o pantalla partida, donde podemos ver distintos planos y puntos de vista de una misma situación.

Lo anteriormente expuesto son los puntos fuertes de la aventura. Como puntos débiles, cabe destacar su sencillez y linealidad (recordemos: novela interactiva) y un argumento un tanto "culebronesco", donde a veces parece más una historia costumbrista que un relato de misterio.

En 2010 apareció Last Window, su continuación y con toda seguridad el último título de la serie, ya que como dije antes, Cing, la empresa creadora del juego, cerró sus puertas después de acabar el mismo. En Last Window volvemos a encarnar a Kyle Hyde, aunque esta vez el misterio a resolver se encuentra en el edificio de apartamentos donde vive, el antiguo hotel Cape West. La continuación no aporta ninguna novedad, siendo una segunda parte casi canónica, una expansión del primer juego (aunque los argumentos principales son diferentes).

Tanto Hotel Dusk como Last Window son toda una referencia que se une a títulos como la saga de abogados de Phoenix Wright o remakes de PC como Broken Sword, convirtiendo la Nintendo DS en el segundo hogar de las aventuras gráficas.

jueves, 28 de octubre de 2010

Licencia 00

Leyendo noticias de cine en www.cineactual.net (página de cine muy recomendable) me enteré, con tristeza, que MGM había cancelado el rodaje de la última película de James Bond; la empresa se encuentra en una situación delicada por la crisis y se planteaba incluso la venta de la franquicia.

Tardaremos, así pues, en ver un nueva entrega del agente "secreto" (nunca comprendí porque, dada esta condición, se presentaba con su verdadero nombre constantemente). Tardará más o menos en llegar, pero la franquicia cinematográfica por excelencia siempre regresa, y en ocasiones incluso vuelve a sorprender, cosa muy difícil teniendo en cuenta que son ya más de 20 películas resolviendo entuertos al servicio de Su Majestad.

Los 6 rostros que ha tenido el James Bond "oficial".
Como doctorado en Jamesbondoligía por la Universidad VHS, dedicaré los próximos párrafos para evidenciar las curiosidades más interesantes de este absoluto icono de la cultura popular de la segunda mitad del siglo XX, e involuntario padre de personajes como Indiana Jones (trataremos este hecho insólito más adelante). Comentaré la versión cinematográfica del personaje, que es la que considero icónica, no la literaria.

James Bond es un personaje creado por el escritor Ian Fleming, y su característica principal es que posee la licencia 00, esto es, licencia para matar. Personaje literario en principio, alcanzaría la inmortalidad y fama universal a través de su adaptación cinematográfica, de manos de los productores Albert Broccoli y Harry Saltzman a través de una extensa saga que ha recogido los cambios sociales, técnicos y estéticos que han afectado tanto a la sociedad como a la industria del cine.

La primera curiosidad que quisiera destacar es que siempre se presenta al personaje como "hijo" de la Guerra Fría, dando la impresión de que las misiones que lleva a cabo tienen como objetivo la lucha contra el bloque del este y el comunismo. En realidad el personaje nunca llegó a enfrentarse con tales enemigos, relegados a papeles secundarios, y su primera "incursión" en territorio anteriormente soviético no llegaría hasta Goldeneye, estrenada en 1995, cuando la Guerra Fría estaba ya sólo en los libros de historia. Los enemigos de James Bond en los filmes son organizaciones criminales privadas como S.P.E.C.T.R.A. en las primeras películas, o megalómanos y delincuentes que actúan a título privado.

La segunda curiosidad trata sobre los elementos clave que se repiten en todos los filmes de la serie oficial. El primero de ellos es la aparición del famoso gun barrel al inicio de las películas (salvo en las últimas que aparece en distinto momento). La imagen del cañón siguiendo los pasos del agente y cómo éste de imprevisto se gira y dispara cayendo una cortina de sangre es una imagen universal. El segundo elemento es que todas las películas salvo la primera, Dr. No (Agente 007 contra el Dr. No), tras la escena del cañón descrita antes, comienzan con una historia secundaria, que a veces tiene nexos de unión con la historia central. Ambos relatos se dividen por el tercer elemento clave, los títulos de crédito, pequeños videoclips que están considerados entre los mejores de la historia del cine, creados por Maurice Binder. Y recordemos, en los 60 no había After Effects ni Ctrl+Z ni vista previa.


La tercera curiosidad tiene que ver con el número de filmes que se han hecho del personaje. James Bond funciona como una franquicia, una especie de Burger King cinematográfico cuya propietaria es Barbara Broccoli, hija del productor anteriormente citado. Bajo dicha franquicia se han rodado 22 películas, que son las que todo el mundo conoce y las que tienen los elementos clave que antes describí, así como otros no menos importantes como el tema musical de James Bond. Además de éstas, existen dos filmes "no oficiales", realizados fuera de la franquicia por otros productores. El primero fue Casino Royale (la versión de 1967), parodia coral al estilo de la época, donde podemos destacar a David Niven y a un todavía no muy conocido Woody Allen. El segundo fue Never Say Never Again (Nunca digas nunca jamás). En esta ocasión sí se trataba de una producción de acción, del mismo estilo que las oficiales, y que supuso el regreso por última vez de Sean Connery como un James Bond ya maduro. Como anécdota, dicho filme compitió en cartelera en 1983 con uno de la serie oficial, Octopussy, protagonizado por Roger Moore.

La cuarta curiosidad es sobre los actores que han interpretado al agente secreto. Todo el mundo puede recordar con facilidad a Sean Connery, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig, pero quizá no se conozca o recuerde tanto a un pobre actor que tuvo el difícil papel de sustituir a Sean Connery cuando decidió por primera vez retirarse del personaje. Hablamos de George Lazenby, protagonista de On Her Majesty's Secret Service (007 Al servicio de Su Majestad), auténtico filme de culto de la serie oficial, y en mi opinión uno de los mejores de la saga, donde incluso James Bond contrae matrimonio (no os desvelaré más). El problema era que el pobre Lazenby no tenía el mismo carisma ni capacidades dramáticas que Connery, que regresó al papel previo cheque millonario récord para protagonizar Diamonds Are Forever (Diamantes para la eternidad).

A George Lazenby sus nietos no le creen.
Y la quinta curiosidad que cierra este largo post trata sobre las influencias que el personaje ha ejercido y ha tomado. La más famosa de todas es la que emparenta cinematográficamente al agente con el Dr. Jones, arqueólogo de profesión. Se cuenta que Steven Spielberg, gran admirador de James Bond, se sentía atraído ante la idea de poder llegar a dirigir una de sus aventuras. Comentando este hecho con su amigo George Lucas, éste le dijo que tenía algo mejor para él, y le ofreció a Indiana Jones, un personaje-franquicia de línea similar, con aventuras internacionales, mujeres atractivas y villanos que planeaban dominar el mundo. Años después, Spielberg daría el papel del padre de Indy a Sean Connery, uniendo así parentescos cinematográficos. Por otro lado, las películas del agente secreto han ido recogiendo las sensibilidades sociales y "lo que estaba de moda" en cada momento, ya que es una saga que ha conocido 5 décadas. De esta forma, el black power de principios de los 70 se ve reflejado en Live And Let Die (Vive y deja morir); el éxito de Star Wars y su estética se copió malamente en Moonraker, y las películas de aventuras que volvió a poner de moda Indiana Jones influenció totalmente el guión de Octopussy, por no hablar de los últimos filmes protagonizados por Daniel Craig, que calcan el estilo visual de la saga de Bourne.

Si queréis observar de primera mano todo lo comentado anteriormente, ahí va un listado con las 5 mejores películas de 007 y las 5 más infames, siempre bajo mi humilde opinión:

Las mejores:
-Goldfinger.
-The Man With The Golden Gun (El hombre de la pistola de oro).
-You Only Live Twice (Sólo se vive dos veces).
-The World Is Not Enough (El mundo nunca es suficiente).
-Casino Royale, 2006.


Las más infames:
-Moonraker.
-For Your Eyes Only (Sólo para tus ojos).
-Die Another Day (Muere otro día).
-The Living Daylights (007: Alta tensión).
-Tomorrow Never Dies (El mañana nunca muere).

domingo, 24 de octubre de 2010

Cine de Oro. The Thing | La Cosa. El enigma de otro mundo

Dedicaré este post para escribir sobre un auténtico clásico y pilar del cine fantástico contemporáneo; es decir, de aquellos filmes realizados desde los años 70 hasta nuestros días. Esta película es The Thing, de John Carpenter, a su vez un remake de The Thing from Another World de 1951, dirigida por Howard Hawks. Excepcionalmente a lo que sucede casi siempre, en este caso la nueva versión superó con creces al filme original.


Esto es debido a que durante la citada década de los 70 (sobre todo al final) y en los 80 el cine fantástico, ciencia ficción, terror... Había alcanzado su mayoría de edad. Podemos establecer un antes y después en este particular eje temporal a partir de 2001: A Space Oddysey, donde comenzamos a observar un tratamiento más serio y dramático en este tipo de historias, así como una factura técnica desarrollada.

La primera vez que vi The Thing fue con mis primos y rondaría yo los once o doce años de edad. Aquello fue impresionante. Aunque la película llevase más o menos una década rodada, daba la sensación de haberse estrenado la semana pasada. Esto me sirve para destacar uno de los valores del filme, que sin duda es sus excelentes efectos especiales artesanales, sin el recurso todavía un poco lejano de herramientas digitales, de la mano de Stan Winston (padre de las criaturas de Aliens, Terminator y Predator)  bajo la batuta de John Carpenter, dos maestros del cine visual y de entretenimiento. Creo, aunque suene un poco reaccionario, que los efectos artesanales o analógicos suman mucho más cuando se trata de construir criaturas y personajes; es como si éstos respirasen al ser de material real, mientras que los digitales se muestran perfectos para la recreación de escenarios y vehículos. La Cosa que protagoniza la película es un claro ejemplo, nos transmite la emoción de un engendro real y palpable, casi podemos sentir su textura viscosa.

El otro aspecto importante del filme, el esqueleto donde se asienta lo anterior, es la propia historia y como está narrada. Basada en un relato de John W. Campbell, Who goes there?, creo que el éxito de la película reside en que tenemos los elementos principales de lo que sería una novela de misterio clásica, pero con una capa de terror y fantasía por encima: Un escenario o contexto cerrado, una serie de personajes bien definidos y diferentes y la desconfianza que se genera entre ellos por saber quien es La Cosa.

La narración, pausada al inicio, va volviéndose frenética a medida que los personajes van perdiendo la cordura ante una situación que les supera y vuelve paranoicos, donde todos sospechan de todos y sólo cada uno individualmente es consciente de si es humano o La Cosa.


La idea de que el monstruo se extendiera como un virus y que no hubiese un aspecto diferenciado entre los protagonistas que habían contactado con él con los que sí lo habían hecho hasta que se desataba, me hizo pensar en su día si no habría cierto paralelismo con la naturaleza del VIH y el SIDA, dado que el filme fue rodado en 1982, al principio de la epidemia y cuando no se conocía muy bien su naturaleza y mecanismos de contagio.

A aquellos que no hayáis visto este clásico del cine, os lo recomiendo con la total seguridad de que dejará un imborrable recuerdo visual en vuestras cabezas. Y a aquellos que ya la habéis visto, revisitadla de vez en cuando que es bueno para la imaginación.

viernes, 22 de octubre de 2010

Taj

Como precisamente no tengo hordas de lectores siguiendo mis post, me permito escribir hoy sobre un lugar donde me gusta ir a comer habitualmente, sin el peligro de que sufra el "efecto Zahara de los Atunes", esto es, que todo el mundo comente públicamente que es un lugar tranquilo, sin masificar, haciendo que tal municipio tenga ahora más éxito que el Alcampo un sábado por la mañana (este tipo de contradicciones me hacen mucha gracia: desvelo un lugar tranquilo para que lo deje de ser; así es la gente fashion).

De esta forma, al lector que le apetezca comer en un indio relativamente tranquilo queda aquí mi recomendación sin riesgos de avalancha de comensales.

El terreno de juego.

Cerca del Congreso y el museo Thyssen se encuentra este restaurante de comida india, del que soy auténtico seguidor desde hace algún tiempo. La oferta gastronómica que ofrece se centra fundamentalmente en la cocina del norte de la India, con el horno Tandoor como eje; dicho horno tiene forma cilíndrica y usa carbón vegetal como combustible. La carta, que puede consultarse en su página web (no olvidemos que son restauradores, no diseñadores web) es muy variada y despierta la imaginación de cualquier persona de buen apetito. Los platos pueden pedirse sin picante o con picante (es muy fuerte, eso sí). El servicio es rápido, educado e integrado en el negocio, del que ya podrían aprender infinidad de establecimientos autóctonos en nuestro país, donde la atención al cliente se ha tirado por los suelos con temporalidades y falta de oficio.

Pero lo que me gustaría destacar es la existencia de un menú del día a un precio correctísimo (en torno a los 11€) para estar situado en el centro de Madrid y cerca de auténticas arterias turísticas; en dicho menú, distinto cada día de la semana, podemos degustar un resumen de la carta. Especial mención a las pakoras (verduras en harina de garbanzos) que ofrecen como entrante viernes y martes y el pollo sashi korma, cocinado con yogur, almendras y salsa dulce que entra en el menú de los jueves. La comida viene acompañada con fuente de arroz y pan preparado en el horno que es casi un plato en sí. El postre, con una concepción diferente a la que tenemos en España, es de formato pequeño, casi de "nueva cocina", un pequeño aperitivo para finalizar. Destacaría el arroz con leche, y me pregunto si dicho postre, tan tradicional en nuestro país, no iniciaría su recorrido desde la India hasta la península ibérica durante el dominio musulmán en épocas pasadas.

El restaurante Taj se encuentra en la Calle Marqués de Cubas nº 6 y tiene un hermano gemelo en la calle de la Cruz nº 13.

jueves, 21 de octubre de 2010

Han Solo Adventures, o el anhelo de una aventura gráfica del universo de Star Wars

Cuando hablo de aventuras gráficas de principios de los 90 (sobre todo de Lucasfilm/Lucasarts) con personas que también disfrutaron de esta edad dorada, casi siempre la conversación suele derivar en la siguiente reflexión: "Qué pena que nunca se hiciese una aventura gráfica de Star Wars". Con dos juegos de Indiana Jones, y todo un género en plena creación de clásicos, una apuesta totalmente ganadora y lógica hubiera sido desarrollar uno o varios juegos basados en la trilogía clásica de las galaxias bajo la regla de pureza del SCUMM. La variedad de personajes, escenarios y situaciones hubieran dado posibilidades que se me antojan ilimitadas (salivo mientras imagino tal proyecto).

Desafortunadamente para los jugones del point and click, el universo galáctico fue explotado en juegos más orientados a la acción y mercados emergentes más amplios, simuladores, shooters y mixtos (posteriormente se desarrollaron también de estrategia y rol). Con la decisión posterior de Lucasarts de abandonar el género de las aventuras gráficas (salvo excepciones bajo subcontratación) se cerraba una ya remotísima posibilidad de ver en el mercado una adaptación oficial de la trilogía.

Algo similar a lo descrito en el primer párrafo debió pensar Stacy Davidson, creador de Han Solo Adventures, un proyecto de aventura gráfica fan made que, tomando como base la estética y el interfaz de Indiana Jones and The Fate of Atlantis (recordemos que Han Solo y el Dr. Jones comparten actor) trata de desarrollar un juego cuyo protagonista es Han Solo y sus tribulaciones. Lo mejor de todo es que está planteado tal y como eran aquellos títulos clásicos del pasado: pixels, escenarios ricos en detalles, SCUMM y aire a clásico.



Imágenes del proyecto.

Podéis ver el estado del juego en hansoloadventures.com, el blog "oficial" donde se van subiendo screenshots e información al respecto. Tristemente da la sensación de ser un proyecto en estado crítico, por no decir muerto. Desarrollar un juego de manera altruista y sin un soporte técnico mínimo debe ser un trabajo muy complicado. Realmente una pena, aunque los pocos pantallazos disponibles ponen mi imaginación a 1000 revoluciones por minuto.

Otro proyecto fan relacionado con el universo de Star Wars que parece rodar más es Shadows of the Empire. The Graphic Adventure, inspirado en el proyecto multimedia (novela, comics, juego de consola, etc) que desarrollaba la historia entre The Empire Strikes Back y Return of the Jedi. Con un aspecto gráfico más "actual" pero respetando en lo básico el point and click, este proyecto italiano de mano de Cristiano Gnupick, Davide Canavero y Dario Scarpa tiene ya su demo de prueba y un par de videos en el blog donde se puede ver el desarrollo del mismo. Espero que algún día el juego esté listo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Sherlock Holmes contra Jack el Destripador

El género de las aventuras gráficas me ha tenido obsesionado toda la vida; la primera a la jugué fue "Indiana Jones y la Última Cruzada" y su novedoso planteamiento en cuanto a juego, en relación a lo que estaba acostumbrado (juegos de plataformas) me enganchó tan poderosamente que 20 años después sigo mirando con ilusión la sección de aventuras de las tiendas, buscando nuevos títulos a los que jugar.

Hoy os hablaré de la última aventura gráfica que he finalizado y que da título al post. Se trata de un juego que parte de un clásico anhelo imposible: juntar en una misma historia al más famoso detective con el primer asesino en serie de la edad contemporánea, partiendo del hecho de que si el señor Holmes y Watson hubieran sido personajes reales, habrían sido coetáneos del famoso criminal.

Cómo me gustaría ver la peli.

El juego sigue el maravilloso canon del point and click en tercera persona (aunque podemos cambiar a visión subjetiva) y su desarrollo es totalmente lineal. No obstante, la atmósfera que envuelve a la aventura, junto a los mini-juegos como las autopsias, análisis de la escena del crimen, etc. Hacen olvidar dicha linealidad.

El apartado técnico a mi entender está bien resuelto. 3D bastante solvente (tipo sandbox ya que podemos manejar a los personajes en primera persona, por lo que el prerrenderizado no tiene cabida), voces dobladas por actores, música misteriosa y otros detalles que redondean el contexto de misterio en el Londres victoriano y los barrios bajos (casi subterráneos) de Whitechapel.

Esto respecto a los aspectos positivos. Como defectos destacaría sobre todo dos:

-El primero de ellos es que el juego resulta excesivamente fácil. Salvo momentos puntuales de mediana dificultad en los mini-juegos, la aventura es demasiado asequible. Este fenómeno es muy habitual en las aventuras gráficas de hoy en día; se busca mucho al jugador casual, dado que la experiencia de juego es tranquila, relajada (como si leyésemos una novela) y debido a esto el nivel de dificultad se tira por los suelos para enganchar y que el jugador se motive avanzando en los enigmas. Curioso género donde por un lado tenemos al jugador fan que creció con Monkey Island, y por otro lado una estrategia comercial que pretende llamar al "jugador-no jugador" (vamos, al comprador de la wii).

-El segundo de los "peros" es técnico; determinados modelos de personaje se repiten con excesiva frecuencia en papeles principales, dando una sensación de descuido por el detalle bastante fea.

En conclusión, os recomiendo que os hagáis con el juego si os gusta el género. Con la llegada del otoño y el invierno, los puentes y las fiestas de Navidad como que apetece jugar más, con una taza de café al lado.